“JAHRE VIKING”: El buque petrolero de mayor eslora de la historia.

Original de: Rául Villa Caro

El titular de este artículo también podría haber sido el del buque de los “mil nombres y los mil dueños”, ya que la lista de peripecias vividas por esta nave, unidas a sus múltiples denominaciones, convierten a este buque en un actor que bien se merecería una película homenaje en Hollywood. Una historia que empezó en Japón en 1976, con el inicio de la construcción de un buque llamado “Porthos”. Una nave que ya antes de finalizar su construcción se encontró con el primer obstáculo en su derrota, ya que el armador griego que la mandó construir parece que cayó en bancarrota (aunque esta parte de la historia no está del todo clara, y tal vez simplemente se desentendió de la misma), y los astilleros se quedaron con el buque, pasando a denominarse “Oppama”, nombre con el que fue botado.

Posteriormente, en 1979, el barco fue revendido a un magnate de Hong Kong llamado Tung Chao Yung (dueño de la Hong Kong Orient Overseas Container Line), quién ya de inicios, y después de que el buque hubiera efectuado sus primeras pruebas de mar, quiso aumentar las dimensiones principales del barco para poder incrementar su capacidad de carga, buscando el objetivo de llegar a poseer el buque petrolero de mayor capacidad del mundo. En 1981 nacía este barco, llevando a cabo su primera singladura, ya como buque “modificado”, y bajo un nuevo nombre, el “Seawise Giant”.

A menudo solemos ver titulares que nos hablan acerca de “el portacontenedores más grande del mundo”, “el bulkcarrier de mayor porte” o “el buque de pasaje con mayor capacidad para personas”. Pero al poco tiempo resulta que se construye otro barco un poco más grande, y de nuevo volvemos a leer los mismos titulares. Y es que los colosos del mar, esos buques portacontenedores gigantes, o los enormes barcos de pasaje, no paran de crecer. Pero curiosamente, en el caso de los petroleros, tenemos que ciar hacia el pasado para encontrarnos con el que fue el buque de mayor eslora de la historia. Me estoy refiriendo al ya citado “Seawise Giant”, en una de sus múltiples denominaciones.

Para ubicar un poco este momento de la historia, en España podríamos pensar en la época de la construcción de los gigantes de ASTANO. Los “ULCC”, abreviaturas de “Ultra Large Crude Carrier”, fueron los llamados superpetroleros, que llegaron a alcanzar los 320 metros de eslora y hasta 320.000 toneladas de peso muerto en los buques AL ANDALUS,  ARTEAGA,  BUTRÓN,  etcétera. En aquella época del siglo XX el mugardés, recientemente fallecido, José Deus López ingenió un dispositivo que permitió, a partir de los años 70, la botadura de grandes petroleros en la empresa ASTANO, de Ferrol.

Entre los años 1967 y 1983, la empresa Astilleros y Talleres del Noroeste, S.A. (ASTANO), construyó treinta y ocho buques petroleros. Aquellas naves incluyeron un amplio espectro de tipologías de barcos, abarcando desde los pequeños petroleros de distribución de 500 toneladas de peso muerto (TPM), para CAMPSA, hasta los mayores buques construidos en grada inclinada, de más de 363.000 TPM, para armadores como Gulf Oil Corporation.

En aquellos años se produjo un hito histórico, la botadura del petrolero Arteaga en el año 1972, el mayor buque de la historia construido en grada inclinada hasta aquel momento. Se debe destacar que, a petición de los armadores, el escantillonado del Arteaga superó los requerimientos exigidos por la Sociedad de Clasificación de aquel momento. Aquella botadura supuso un hito insuperable que convirtió a Ferrol, a su comarca, y a sus astilleros, en iconos de la ría y de la ciudad. ASTANO, junto a la Empresa Nacional Bazán, convirtieron a la ciudad departamental en aquellos años en el mayor emporio técnico naval de nuestro país…

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