Últimas tendencias de los seguros marítimos de pesqueros

Das Ruder auf einer Segelyacht, Typ Vindö 50,

Los seguros de pesqueros se enfrentan a nuevas realidades que están cambiando el mundo de la náutica y que obligan a ofrecer nuevas y más amplias coberturas. En el siguiente artículo hacemos un repaso de los principales retos a los que se enfrenta el sector.

 El sector de los seguros marítimos se enfrenta a nuevos retos que obligan a establecer mejores coberturas.

Frente a los riesgos tradicionales que sufren las embarcaciones pesqueras: a saber, riesgos de pérdida total, salvamento, remolque, daños propios por averías, daños a terceros por responsabilidad civil, venimos observando durante los últimos años un cambio en el origen de los mismos, generándose nuevas necesidades de cobertura.

 En primer lugar está el riesgo cibernético, que acecha a las grandes flotas , y que provoca que el 85% de los ejecutivos de dichas empresas estén preocupados por el mismo, en relación a la pérdida potencial de datos, daños a la propiedad y personales, interrupción de negocio y responsabilidad civil que puede generar.

 La lista de exposiciones potencial crece cada vez más rápido y por tanto es necesario tener, dentro de la organización, personas capaces de controlar el riesgo financiero y reputacional que puede surgir a partir de estos riesgos cibernéticos. Los investigadores  han encontrado agujeros en la seguridad de los sistemas de navegación ( GPF, AIS, ECDIS) que ponen en peligro la navegación segura. Cada embarcación tiene líneas de comunicación que presentan deficiencias que pueden ser aprovechadas por terceros (piratas, hackers, esquifes)  con intereses perjudiciales tanto para la embarcación como para sus tripulantes.

 Los seguros de transporte de mercancías por mar y las cadenas de suministro son los objetivos de los hackers. Las terminales portuarias  y de comercio están sujetas a vulnerabilidades significativas al riesgo cibernético.

 En segundo lugar está el riesgo de secuestro, extorsión, piratería y amenazas, queha tenido durante los últimos años en jaque a grandes flotas de atuneros que operan en el Índico y en otras zonas de riesgo de piratería en África, Asia y América. Son necesarios seguros de gestión de crisis que van más allá de los tradicionales seguros de Secuestro, Extorsión y Rescate.

En tercer lugar tenemos los riesgos políticos, que se tornan en motivo de gran preocupación para los aseguradores marítimos de Europa, Estados Unidos y las Naciones Unidas, identificando los riesgos que están sujetos a sistemas de sanciones internacionales para aquellos que incumplen las normas preestablecidas por las organizaciones internacionales. Entre estos riesgos por sanciones comerciales tenemos las imputaciones criminales, las multas, la pérdida de reputación y la potencial ruptura de contratos, como riesgos que precisan de cobertura especial.

 En cuarto lugar se está produciendo una concentración de los riesgos, las sumas aseguradas de los cascos y de las mercancías  cada vez son mayores tanto por el valor de los riesgos transportados como por el valor de los buques, que cada vez es mayor.

 Las embarcaciones más grandes tienen menos siniestros de pérdida total, pero sin embargo  tienen averías particulares de mayores cuantías. La mayor complejidad y exposición da lugar a manejar mayor incertidumbre al tratar siniestros significativos.

En quinto lugar los riesgos de salvamento y de remoción de restos ocurren cada vez con mayor frecuencia y tienen un mayor coste. El tamaño del riesgo, la sensibilidad medioambiental, los intereses políticos y la respuesta limitada de las infraestructuras son factores que están contribuyendo a este incremento de los costes. La obligatoriedad de no dejar los restos de un naufragio en el lugar donde yacen  después de un siniestro, y el volumen y el valor de las embarcaciones y de las mercancías que transportan obligan a remociones cada vez más complicadas. Los enfoques modernos sobre el impacto medioambiental, la infraestimación de los trabajos de remoción, los lobbies medioambientales, las solicitudes de los herederos de los fallecidos en naufragio para que se remocionen los restos de un buque para poder rescatar los cadáveres apresados en el buque, la intervención de las autoridades gubernamentales, la disparidad de regímenes regulatorios a los que una embarcación está sujeta  y la posible responsabilidad ilimitada son factores que inciden en los costes de los siniestros.

 Por último  la congestión de los puertos está incidiendo en que las arribadas a los puertos son menos predecibles debido a las limitaciones de velocidad que se establecen a las embarcaciones y una vez que estas se encuentran en puerto, los buques más grandes comprometen la estancia en las instalaciones durante mucho tiempo. El valor diario medio de estas estancias en puerto se incrementa más deprisa que la tasa de crecimiento de los propios buques. Este riesgo es más acuciante cuando hablamos de la estancia en puertos internacionales con instalaciones limitadas como pueden ser muchos puertos de África y América, donde los astilleros tienen largas colas de espera y donde un siniestro inesperado puede verse dilatado en el tiempo por dicha congestión de las instalaciones, con la consiguientes pérdidas para los armadores que han sufrido el siniestro.

 Fuente: http://www.murimar.com/noticia/153/Blog/Ultimas-tendencias-de-los-seguros-maritimos-de-pesqueros.html

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