
Para nadie es un secreto que el transporte marítimo es el transporte más eficiente y rentable cualquiera que sea el tipo de mercancía que se transporte, lo cual genera un movimiento anual de alrededor de 350,000 millones de dólares.
La presencia cada vez más influyente de China y Rusia en el escenario mundial y su aporte a la economía internacional, así como la guerra entre Rusia y Ucrania tendrán consecuencias en el sector marítimo y portuario que inevitablemente tendremos que enfrentar. El papel de China en la economía mundial es determinante para el transporte marítimo. Si a ello le sumamos la capacidad y su estrategia portuaria y el proyecto sobre la nueva ruta de la seda, entonces su presencia será aún mayor.
La Unctad (conferencia de las naciones unidas para el comercio de el desarrollo) estimaba que para los años entre 2018 y 2023 la tasa de crecimiento del comercio internacional estaría alrededor del 3.8%, sin embargo, la llegada de la pandemia incremento éste valor, pues los países ante la crisis tuvieron que intercambiar productos y servicios para el sostenimiento de sus poblaciones.
La pandemia trajo consigo una demanda mucho más acelerada en los procesos de digitalización y el comercio electrónico y el sector marítimo portuario, por supuesto, No estuvo alejado de esta demanda. Igual sucede con la demanda en la construcción de enormes buques portacontenedores y las alianzas y desuniones que han sufrido las grandes líneas internacionales entre ellas Maersk. El desarrollo de la ciencia y la tecnología aplicada a los diseños y la ingeniería del transporte marítimo es otro factor determinante en el transporte internacional; los cambios en el modo de energía y la posición de los países, frente a los cambios climáticos, también lo es.
Hoy día un 63% del volumen global de la carga están en puertos asiáticos y los puertos de destino además de Europa y Norteamérica que han generado mayor demanda, han sido los paises latinoaméricanos. Ya es una necesidad la apertura de nuevas rutas en el comercio internacional, los países latinoamericanos están siendo afectados. Si a ello le sumamos la guerra comercial entre Estados Unidos y China en cuanto precios en los fletes y los aranceles, las economías latinoamericanas se verán mucho más afectadas.
Nuevos actores hacen su aparición en el comercio internacional entre ellos Amazon el cual ha adquirido una licencia para operar como transitario con buques de carga en rutas tras oceánicas entre Estados Unidos y China (eso está por verse)
La demanda en la construcción de grandes porta contenedores con capacidad de transporte por encima de los 20.000 (Teus) afecta de igual modo el comercio internacional haciendo que aquellos países cuyo puertos no tiene la capacidad logística de operar estos buques, se ven obligados a aperturar los servicios de cabotaje para la disposición final de su cargas.
Latinoamérica es proveedora del mayor volumen de modos de energía, de agua y demanda en servicios y productos. Los grandes países de Asia y Europa nos han puesto los ojos y han virado sus inversiones a países tanto del Caribe como de tierra firme, tal es el caso de Venezuela, Chile, Argentina, Panamá, entre otros. Es muy necesario que quienes conformamos el ecosistema logístico latinoamericano, no solo realicemos sinergia, sino se propongan métodos disruptivos para enfrentar el futuro, que ya está entre nosotros.
Marco A Fuentes
Ceo y editor de Revista Marítima y Portuaria